¿Cada cuanto tenemos la oportunidad de probar productos en base a ingredientes naturales y silvestres nuevos?
La pitaya sonorense o pitaya dulce es una fruta endémica del Desierto de Sonora que la produce una cactácea conocida como pitayo dulce “Stenocereus Thurberi”. Esta planta crece de forma silvestre en el Noroeste de México y Arizona en Estados Unidos y se da en los meses de verano entre mayo y agosto dependiendo de su ubicación.
La pitaya tiene una cáscara color verde, se encuentra cubierta de espinas, su pulpa es roja color sangre y contiene muchas semillas negras diminutas. El fruto es utilizado principalmente para consumo humano y en los últimos años ha comenzado a tomar un papel más activo como ingrediente de algunos productos gastronómicos, y más recientemente, de belleza.
La pitaya es poco conocida fuera de las regiones de donde es originaria y no ha sido utilizada a gran escala ni como alimento ni como materia prima para la elaboración o transformación de productos. Esto se debe a múltiples factores que por un lado representan lo que la hace tan especial, pero por otro que han dificultado su uso para las diferentes aplicaciones disponibles.
Lo primero que hay que tener en cuenta para entender el porqué de esta situación es que la pitaya se encuentra dispersa a lo largo del Desierto lo que ocasiona que el proceso de obtención sea complicado e incierto. Adicional a esto, la pitaya tiene una vida de anaquel muy reducida, una pitaya puede tener una vida de 3-4 días y a las horas de haber sido piscada se empieza a notar su deterioro; esto genera grandes desperdicios y representa grandes desafíos logísticos como para que logre mayores alcances a los que se tienen actualmente donde puede ser encontrada en algunos comercios en las principales ciudades de la región y en los pueblos aledaños al desierto.
Otro obstáculo es que la fruta cuenta con poca literatura científica disponible acerca de sus propiedades y beneficios para sus distintos usos, siendo su consumo como alimento el más desarrollado de estos temas. En Sonora Silvestre, conscientes de este tema, hemos invertido tiempo y dinero en estudiar y conocer más acerca de las propiedades y beneficios que pone esta maravillosa fruta a nuestra disposición. Ejemplo de esto fue la colaboración que hicimos con el CIAD (Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo) para conocer su composición fisicoquímica y capacidad antioxidante así como sus beneficios para la piel.
A pesar de todo esto la pitaya tiene un gran potencial como un nuevo ingrediente en la industria de belleza. Las semillas son ricas en aceite y ha demostrado tener propiedades que lo convierten en un producto con beneficios interesantes y diferentes para la piel. ¿Cada cuanto tenemos la oportunidad de probar productos en base a ingredientes naturales y silvestres nuevos?